La
depresión es una enfermedad que afecta al organismo, al estado de
ánimo, la manera de pensar, de percibir y concebir la realidad alterando
los estados de sueño y alimentación, de igual modo afectando
severamente la autoestima y la forma de verse y aceptarse que tiene uno
mismo, en la etapa de adolescencia y juventud es usual que estos tiendan
a confundir la depresión con un estado de tristeza y aflicción
pasajera, esto ultimo puede darse por diversos factores como ser la
perdida de un ser querido, divorcio de los progenitores, perdidas
amorosas, etc., sin embargo cuando este estado se va alargando en el
tiempo ya puede llegar a hablarse de un cuadro depresivo el cual merece
tratamiento y atención oportuna e inmediata.
Los síntomas de la depresión son muy claros y bastante fáciles de diagnosticar:
• Perdida de interés en las actividades que antes realizaba con suma normalidad.
• Expresiones fatídicas como “creo que estoy en el fondo” o “no puedo salir de este hueco”, etc.
• Disminución de apetito seguida de perdida de peso
• Fatigas constantes en las tareas físicas o psicomotoras
• Trastornos del sueño, disminución del mismo o demasiado sueño
• Presencia de pensamientos suicidas, autodestructivos o sobre los aspectos de la muerte.
Estos
indicios, entre otros, pueden llegar a distinguirse con la sola
observación del joven y sus rutinas diarias, lastimosamente la sociedad
en la que nos desenvolvemos al tornarse individualista y egoísta ha ido
afectando poco a poco a la dinámica familiar consiguiendo con ello un
resquebrajamiento o distanciamiento entre los miembros de la familia
naciendo así una especie de desafectación o despreocupación entre los
miembros de esta.
Existen
varios factores para que en especial los niños, adolescentes y jóvenes
estén siendo propensos en caer en el temible y desastroso círculo del
estado depresivo, los cuales van desde las causas químicas, medicas,
hasta las psicosociales, todas estas debidamente analizadas y estudiadas
por psicólogos y psiquiatras, lastimosamente a estos factores se suma
el entorno social el cual direcciona y afecta de forma preponderante el
comportamiento de niños, adolescentes y jóvenes.
La
etapa de la niñez y de la adolescencia en la actualidad esta marcada
por las “tendencias y modas” impuestas por una sociedad occidental
consumista, individualista y egoísta, por ende estos crecen en una
especie de carrera por ser el mejor o el más destacado echando con ello
una pesada carga a las espaldas de los niños y adolescentes que se
esmeran por parecerse o acercarse a los referentes de moda y
comportamiento que nos imponen los medios de comunicación masivos, de
esto no solo surge la depresión como consecuencia, muchas veces viene
acompañada por desordenes alimenticios como la anorexia y la bulimia,
otro factor preponderante es la situación familiar que estos viven, los
padres de familia en la actualidad viven afectados por las mismas
presiones que impone la sociedad, por un lado tenemos a los padres
egoístas que priorizan una realización personal y laboral a la
comunicación afectiva con sus hijos, poniéndose muchas veces como
ejemplo de éxito y camino a seguir reprobando con ello cualquier
dirección opuesta que quieran tener sus hijos y por el otro lado tenemos
a los “papas buenas gentes” y supuestamente comprensivos, que dejan
hacer de todo a sus hijos creyendo que con ello les están inculcando
responsabilidad y autosuficiencia, pues bien en ambos casos lo único que
están logrando es criar a niños y adolescentes huérfanos sin afecto ni
rumbo, por ende presas fáciles de la depresión y sus consecuencias. Por
extraño que parezca muchas veces el estado depresivo se va contagiando
entre los mismos niños y adolescentes que al sufrir el rechazo o la
indiferencia de la sociedad y/o de su grupo familiar tienden a agruparse
en grupos afines que comparten los mismos problemas y presiones,
conformándose así un circulo vicioso de depresión, tristeza y dolor.
La
depresión en la juventud muchas veces es fruto de las mismas presiones
del entorno social, campos laborales cada vez más competitivos y
abrumadores, la poca disponibilidad de tiempo y animo para afianzar
relaciones personales, la obligación de triunfar y ser exitosos son solo
un puñado de soledades y frustraciones que llevan a los jóvenes a
sufrir depresión, ya que estos al no estar criados en un ambiente de
comprensión y apoyo no están preparados para afrontar el fracaso y la
soledad, de ahí nacen los índices altos de suicidios entre jóvenes
dentro de una sociedad occidental depredadora de vidas y sueños.
La
depresión es un mal moderno, fruto de una sociedad individualista y
egoísta que esta carcomiendo la vida de nuestros niños y jóvenes,
lastimosamente no se ve una solución clara a este problema que ya tiene
características de pandemia, perdiendo con ello
valiosas vidas, es tiempo de cambiar de mentalidad y de modos de vida ya
que estamos matando a nuestros niños y jóvenes, para mi eso no es
progreso ni modernidad es pura y simple basura, ojala y DIOS nos
perdone.